Vivir
Desprovista de todo lo que trae un guerrero, me lance a la batalla más cruenta.
Con miradas que matan el alma, enfrentada a mis miedos, también mate un poco.
Torrentes y vendavales furiosos atravesé, caí, sin piedad fui también destrucción.
Trastabillando seguí, en esa búsqueda irreal, la fantasía me cautivo, seductora.
Me envolví, girando entre notas hermosas, me perdí, aun a veces regresa la música.
Vuelvo a enamorarme de esa sensación, como las sirenas melancólicas en el mar.
Un árbol, áspero de su corteza, me dio sombra cuando el fuego del sol me calcinaba.
Me dio alimento cuanto desfallecía buscando saciar esa hambre, ávida de saber.
Esa sed de respuestas, a veces el viento al mover sus ramas, parecía que susurraba.
No supe escuchar, mi senda ha sido eterna, pero he encontrado la vereda, hacia mí.
Desprovista de todo lo que trae un guerrero, me lance a la batalla más cruenta.
Con miradas que matan el alma, enfrentada a mis miedos, también mate un poco.
Torrentes y vendavales furiosos atravesé, caí, sin piedad fui también destrucción.
Trastabillando seguí, en esa búsqueda irreal, la fantasía me cautivo, seductora.
Me envolví, girando entre notas hermosas, me perdí, aun a veces regresa la música.
Vuelvo a enamorarme de esa sensación, como las sirenas melancólicas en el mar.
Un árbol, áspero de su corteza, me dio sombra cuando el fuego del sol me calcinaba.
Me dio alimento cuanto desfallecía buscando saciar esa hambre, ávida de saber.
Esa sed de respuestas, a veces el viento al mover sus ramas, parecía que susurraba.
No supe escuchar, mi senda ha sido eterna, pero he encontrado la vereda, hacia mí.
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